Es necesario que con los dientes de leche se mastiquen alimentos duros, esto ayudará al desarrollo de todas las estructuras que alojarán los dientes definitivos.

 

 

 

 

 

Para el desarrollo correcto del aparato masticatorio, los niños deben ser amamantados durante el mayor tiempo posible antes de iniciar la alimentación con sólidos.

En este contexto, la rehabilitación neuro-oclusal ayuda al niño a que tenga un buen desarrollo con tratamientos que se pueden iniciar desde los tres o cuatro años.

A veces, bastan pequeños tratamientos para mejorar y controlar la masticación del niño, que le ayudarán en su desarrollo futuro.

Para lograr una función masticatoria óptima hay que tener una oclusión equilibrada funcionalmente, es decir, que el engranaje que forman todos los dientes con sus respectivas cúspides y fosas se encuentra en equilibrio y contacte adecuadamente en el cierre de la boca, pero también durante los movimientos funcionales, especialmente los masticatorios.

Cuando tratamos a un paciente joven, nuestro objetivo debe ser llegar a esta situación de equilibrio perfecto.

Porque esta boca funcionalmente bien equilibrada será lo que ofrecerá una buena salud paradontal en el futuro y los problemas con las articulaciones y globales se reducirán o serán fáciles de solucionar.

Sin embargo, la mayor parte de los tratamientos de ortondoncia se realizan para corregir la mala posición de los dientes, lo que afecta al aspecto estetico de niños y adolescentes

Hay que entender la boca de una forma más global y no sólo limitarse a ver los dientes anteriores

La masticación es el factor más importante en el desarrollo de todas las estructuras que forman un sistema masticatorio, que incluye no sólo los dientes, sino también todo el arco dentario globalmente, pero además los músculos, la lengua, los huesos maxilares y las articulaciones mandibulares.

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