El vino, él té y café, son del grupo de los alimentos que tenemos que consumir con moderación, tanto si queremos mantener unos dientes libres de manchas en los dientes como gozar de una salud saludable.

El vino tinto, además de otros alimentos oscuros, posee una sustancia llamada cromógeno, productora de pigmentos que tienen la capacidad de adherirse al esmalte dental y manchar los dientes.

La acidez del vino también propicia la filtración de sustancias como los taninos y los antocianos en los dientes, lo que también puede mancharlos.

 

vino tinto y dientes

Una investigación realizada por el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación de la Universidad Autónoma de Madrid y publicada en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, afirma que el vino también es bueno para la salud dental.

Sugiere que el vino tinto resulta eficaz en la lucha contra las bacterias que se adhieren en nuestros dientes y que provocan la formación de biopelículas y la placa dental, responsables de las enfermedades dentales.

 

 

 

Estudio realizado

Se debe a que los polifenoles (antioxidantes naturales) que contiene desaceleran el crecimiento de la flora bacteriana que se aloja tanto en los dientes como en las encías.

Según Irene Muñoz-González, líder del estudio:

Estos resultados contribuyen a los conocimientos actuales sobre los efectos beneficiosos del vino tinto (uno de los productos más importantes de la agricultura y la industria alimenticia) sobre la salud humana.

Sin embargo, gracias a los tratamientos de higiene oral y de blanqueamiento actuales, podemos seguir bebiendo vino y eliminando las manchas que pudiera producirnos.

Los expertos advierten que, tras la ingesta de alimentos como el vino, debemos cepillarnos los dientes, pues corremos el riesgo de que nuestros dientes blancos pasen a tener un color amarillento y, en algunos casos, hasta oscuro. Para reducir el efecto dañino del vino, podemos enjuagarnos la boca con agua después de beberlo.