Las quejas o reclamaciones interpuestas por pacientes de clínicas dentales se han duplicado en el último año. El aumento, que ha sido progresivo durante los cinco últimos años, ha coincidido con una fuerte irrupción en el mercado de franquicias que ofrecen esta asistencia sanitaria, la mayoría, a bajo coste.
El 62% de estas reclamaciones registradas durante el año pasado se refieren a este nuevo modelolow cost que ha desplazado, en cierta medida, al modelo tradicional, en el que el dentista atiende a sus pacientes en una consulta de su propiedad. Tras el boom de las franquicias dentales low cost aflora una nueva burbuja que, a diferencia de la inmobiliaria, tiene un impacto directo en la salud de los afectados.
La apertura de una clínica dental, así como de cualquier centro que presta servicios sanitarios requiere de una autorización y de una inspección previa por parte de la administración pública.
Son frecuentes los anuncios en los que se publicita, por ejemplo, implantes por 220 euros; pero cuando el consumidor acude a la clínica y le hacen un presupuesto, este precio sube hasta los 1.200 euros, el coste habitual para este tratamiento, 220 euros es sólo el precio del tornillo.Es imposible que el tratamiento completo se ofrezca por esta cantidad, de modo que es un engaño. En el caso de Vitaldent, la publicidad ha sido clave hasta el punto de que los franquiciados tienen que abonar el 5% de la facturación para publicidad, aparte del canon mensual, según datos del Colegio de Dentistas.