La Periodontitis o enfermedad de las encías, comúnmente conocida como piorrea, es una enfermedad que inicialmente puede cursar con gingivitis, para luego proseguir con una pérdida de inserción colágena, recesión gingival (encía) e incluso la pérdida de soporte óseo al diente. La pérdida de dicho soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo.
Esta enfermedad, causada por bacterias que afectan al periodonto (el tejido de sostén de los dientes, constituido por la encía, el hueso alveolar, el cemento dentario y el ligamento periodontal), se manifiesta más comúnmente en adultos mayores de 35 años, pero puede iniciarse en edades más tempranas, es una enfermedad crónica , no se cura , solo se controla , pero el hecho de padecer periodontitis no quiere decir que estas destinado a perder dientes, hay que seguir una exquisita higiene dental, además de unas recomendaciones y controles periódicos.
Esta asociada a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, patologías renales y distintos tipos de cáncer.
Un aspecto a tener en cuenta dado que la pérdida de los dientes supone un mayor riesgo de, entre otras complicaciones, deterioro cognitivo y episodios potencialmente mortales como el infarto y el ictus.
Con todos estos datos relatados anteriormente, se observo la importancia y la relación entre salud dental y corporal. Se han realizado y se están realizando estudios e investigaciones sobre ello.
Investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad de Columbia en Nueva York (EE.UU.) han identificado por primera vez 41 genes directamente implicados en el origen de la periodontitis.
Como explica Panos N. Papapanou, director de esta investigación publicada en la revista «Journal of Dental Research», «la identificación de los genes constituye un paso vital para el desarrollo de compuestos que puedan ser utilizados en tratamientos dirigidos y personalizados para la periodontitis avanzada antes de que tenga lugar la pérdida de la masa ósea que sustenta las piezas dentales».
Por tanto, y con objeto de superar las limitaciones de los estudios de expresión genética, los investigadores utilizaron la técnica denominada ‘ingeniería genética inversa’, que permite elaborar un mapa de las interacciones genéticas que desencadenan la enfermedad e identificar a aquellos genes individuales que tienen una mayor influencia en el proceso.
Un concepto interesante dado que el transcriptoma aúna a todo el material genético –el ARNm, que dará lugar a la síntesis de las proteínas– expresado por todos los genes, lo que dificultaría la identificación de los genes específicamente relacionados con el desarrollo de la enfermedad.
Examinaron el ARN presente en las encías de individuos sanos y de 120 pacientes con periodontitis y aplicaron sendos algoritmos para estudiar las interacciones entre los genes e identificar a aquellos genes que desencadenaban el desarrollo de la enfermedad. El resultado, 41 genes implicados directamente en la regulación de los procesos que dan lugar a la periodontitis.
La mayoría de los genes hallados en el estudio participan en las vías inflamatorias e inmunes, lo que confirma las observaciones previas alcanzadas tanto en los estudios como en la práctica clínica sobre el desarrollo de la enfermedad.
Y lo que es más importante, la identificación de estos genes ‘reguladores maestros’, posibilitará el desarrollo de tratamientos para detener la periodontitis ya desde su origen.
Como concluye Panos Papapanou, «ahora, lo importante será llevar a cabo estudios para validar estos genes en el laboratorio como paso previo a su evaluación en modelos experimentales».